La brecha digital es la distancia entre lo que sabemos y lo que deberíamos de saber.
Primero tenemos que analizar lo que ya sabemos y, a continuación, debemos informarnos de lo que, en opinión de los expertos, deberíamos de saber. Éstos clasifican en tres grupos las competencias que deberíamos de tener: gestión y desarrollo profesional; didáctica, pedagogía y currículum; y por último ciudadanía digital. El primer grupo sería conocer los programas; el segundo, los valores y la metodología; y el último, la ética que debemos utilizar al manipular las nuevas tecnologías.
Deberíamos de saber es utilizar internet de una manera segura y con conciencia, lo que muchas veces es lo más difícil. Ya que, algunas cosas son muy habituales (descargas de internet…), pero si nos paramos a pensar no estamos actuando éticamente. Todos sabemos manejar ciertos programas y, cuando no lo sabemos, consultar en cualquier sitio el uso de éstos. En cambio, no encontraremos en ningún sitio como utilizarlos de una manera moralmente correcta. Hay personas que actúan éticamente y otras no.
También podemos pensar que unos programas que utilizamos habitualmente los tenemos controlados. Eso es lo que, en nuestro caso, nos ha pasado con el Power Point. Aunque lo hemos utilizado desde siempre, esta semana nos hemos dado cuenta que sabíamos lo básico. Esto nos ira pasando con la mayoría de las cosas, ya que, siempre queda algo más por aprender, lo cual significa que siempre tendremos la brecha digital.
Teniendo en cuenta las dimensiones de la multialfabetización, en la instrumental, solo tenemos conocimientos básicos. Esto se debe a que en la escuela nos han enseñado los programas más corrientes y además de eso no hemos tenido interés para reducir nuestra brecha digital.
En cuanto a la dimensión cognitiva, cuando seamos profesores tendremos que enseñar a nuestros alumnos a ser críticos ante la información que encuentran en internet. Pero todavía siendo alumnos solemos tener la costumbre de encontrar información en cualquier página sin saber si la información es fiable. Por lo tanto, es imprescindible que empecemos a ser críticos desde ahora para poder transmitir este valor a nuestros alumnos.
Queremos destacar la dimensión socioactitudinal, porque nos parece que es la parte más difícil. Esto se debe a que nosotras no tenemos una actitud muy positiva, por lo tanto, nos costará mucho trabajo transmitir a los alumnos el uso positivo de las TICs. Cuando decimos que no tenemos una actitud positiva, nos referimos a que en muchas ocasiones nos encontramos con dificultades al hacer uso de ellas (que se bloquee, que perdamos los trabajos guardados…) y tendemos a estresarnos con facilidad.
En la dimensión axiológica querríamos decir que muchas veces la información que encontramos suele estar lleno de rasgos que no tienen relación con nuestra enseñanza, por ejemplo, rasgos machistas, racismo… Por ello tenemos que tener conciencia con la información que vamos a utilizar con los niños.
Teniendo en cuenta todo lo dicho, queda claro que no nos encontramos ante un reto fácil y que tendremos que esforzarnos para que poco a poco acortemos la distancia que encontramos entre la tecnología y nuestros objetivos educativos.
Continuará...
Continuará...
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